¿Por qué hacer una sesión a tu mascota?
Como amantes de los animales y sobre todo de nuestro compañero, estoy segura de que disfrutas al igual que yo viendo imágenes de ensueño de los fotógrafos de mascotas. Son sin duda un placer para la vista. Pero cuando se trata de hacernos nosotros la sesión, ahí ya no lo vemos tan claro.
Seamos sinceros, la fotografía es un lujo. No es una necesidad básica que tengamos que cubrir para vivir. Y antes de hacer un reportaje, vamos a elegir comer y vestirnos. Pero que no sea una necesidad básica no significa que no cubra una necesidad. Y que sea un lujo no significa que sea inalcanzable.
“Ana, ¿a qué te refieres con todo esto?” Muy sencillo, reflexionad un poco. ¿Qué lujos nos damos? Entendiendo lujo como algo que no es necesario pero que nos apetece. Yo hago cuentas en lo que gasto al mes en comer fuera o que me traigan la comida a casa por ejemplo y alucino. ¿Es malo darse un capricho de vez en cuando? Por supuesto que no. De hecho, lo considero necesario. Pero empiezo a pensar y ¿cuántos de esos lujos disfruto a lo largo del tiempo? Son todos tan efímeros… Sin embargo, la fotografía va a estar conmigo toda la vida. Es un lujo del que puedo disfrutar siempre que quiera volviendo a mirar las imágenes.
Si sois personas que habéis tenido animales toda la vida, sabréis lo importantes que se vuelven. Ese vínculo único que se crea entre humano y animal. Cómo con una mirada se te llena el alma de un amor infinito. Es una sensación indescriptible. Es magia. Y es completamente diferente con cada perro, gato, conejo, cobaya, ave, pez… No importa cuántos vengan a nuestra vida, que la unión es siempre única, como ellos.
Como compañera de vida de dos perros maravillosos (para mí los mejores del universo) que ya van por los 8 añazos de vida, he experimentado a su lado todas y cada una de sus etapas. Desde que eran unos cachorros revoltosos que mordían los muebles, la adolescencia con esas hormonas revolucionadas que no se aguantaban ni ellos mismos, la madurez cuando por fin llegan a adultos y ves cómo se ha formado su personalidad tan única… Y hoy por hoy nos encontramos entrando en la vejez. Desde principios de año, si nos seguís por Instagram (cosa que os recomiendo encarecidamente) habréis visto que han empezado con los achaques. Nos adentramos en lo que para mí es terreno desconocido y, siendo sincera, muy difícil de asimilar. Necesitan cuidados especiales y vas viendo cómo lo que antes era algo sencillo y rutinario ahora les supone un gran esfuerzo.
Hay razas que envejecen antes y otras que tardan un poco más en mostrar síntomas del paso de los años, pero si algo tienen todos en común es que dejarán de acompañarnos mucho antes de lo que nos gustaría. Es ley de vida.
Hoy por hoy, echo en falta fotos de esas etapas anteriores. Pero agradezco mucho poder guardar imágenes de la adultez y ahora la etapa de “veteranos”. Tenerles para siempre no sólo en la memoria, que a veces nos juega malas pasadas, sino en unas fotografías, me da una especie de tranquilidad. Siento como que nunca van a abandonarme del todo. Que nunca olvidaré esas expresiones tan características suyas. Y me alivia en cierto modo.
Llegados a este punto, creo que vosotros mismos habréis pensado en por qué merece la pena hacer una sesión de fotos a vuestro compañero. Pero aún así, os voy a decir por qué para mí es un lujo necesario.
El hecho de que alguien cualificado tanto en fotografía como más concretamente en fotografía animal se encargue de retratar a mi peludo hace una gran diferencia tanto en el resultado final como en el proceso de la sesión. No es lo mismo que un profesional del retrato a humanos lleve a cabo las fotografías, que el hecho de que lo haga alguien que entiende las necesidades del animal, que ha leído y se ha formado acerca de conducta canina, etc. Además de la empatía que alguien que comparte vida con perros por ejemplo puede tener. Y yo para mis peques quiero lo mejor.
Está claro que hoy en día los móviles hacen unas fotos chulísimas, cada vez con más nitidez y aplican filtros que cambian la imagen y parece otra… Pero pásate un segundo por la galería de la web o por mi Instagram (o el de otros compañeros y compañeras fotógrafos de animales) y dime si algún móvil hace eso. Ni siquiera una buena cámara hace lo que veis. Tras esa fotografía mágica hay muchísimo trabajo y muchas horas de estudio y formación.
Una razón obvia de por qué realizar la sesión a nuestra mascota es sencillamente porque las fotografías son preciosas, y si sale nuestro peque aún más. Pero me gustaría ir más allá de lo que es una imagen bonita o artística. Es profesional. Esto no sólo quiere decir que lo que obtienes es de gran calidad, agradable a la vista, etc. sino que va a estar realizada por una persona cualificada que sabrá captar la esencia de tu compi.
Un motivo en el que no se suele caer es el hecho de vivir la experiencia. Nada más y nada menos. Es el poder echar un rato de calidad con tu mejor amigo, verle disfrutar, ser él, y que eso se refleje en la fotografía final que te llevas a casa. Además siempre aconsejo que el humano salga en algunas fotografías también. Con el tiempo, ver esa relación que tenías con él no tendrá precio.
La más evidente de las razones y también la más triste es la realidad de lo fugaz que es el tiempo. Cuando ellos no estén físicamente a nuestro lado y sólo lo hagan en la memoria y nuestros corazones, poder mirar esas fotografías y volver a momentos concretos en los que estaban a nuestro lado es un consuelo. Recordarlos bien, sanos, felices… Para mí, que empiezo la etapa en la que enferman más y les cuesta hacer cosas que antes eran normales, las fotografías me ayudan a verlos como algo más que sus problemas de ahora mismo, me ayuda a recordar todo lo que han sido y todo lo que aún son a pesar de que como humanos a veces nos cueste mirar más allá del sufrimiento de verlos envejecer.
Pero para no quedarnos con ese sabor de boca del motivo triste os diré otro más: permanece contigo toda tu vida. No es el típico lujo en el que gastas el dinero y una vez disfrutado, ni tienes el dinero ni tienes el lujo. Yo por eso siempre hago copias en papel fotográfico profesional de las imágenes, así me aseguro de que no se me borran en el móvil al cambiarlo o en el ordenador al formatear… Siempre, siempre, estarán conmigo; mis fotos y mis mejores amigos.
¿Aún tienes dudas? ¡No te lo pienses más y date un capricho!
