Hipotermia
Al contrario que la hipertermia, la hipotermia consiste en un descenso drástico en la temperatura corporal. Esto le puede ocurrir a nuestros animales por estar expuestos a bajas temperaturas durante mucho tiempo o incluso por mantener el pelaje mojado en un ambiente frío y/o con viento.
Al descender la temperatura corporal de nuestros pequeños, también lo hacen el ritmo cardíaco y la respiración, pudiendo llegar a causar el fallecimiento de nuestro compañero peludo.
Ciertamente hay perros que tienen más probabilidades de verse afectados por la hipotermia antes que otros, como es el caso de aquellos con pelaje corto que no tienen doble manto, los cachorros y los perros más ancianos. Además de que a estos últimos el frío les incrementa los problemas articulares como la artrosis que suelen padecer debido a su avanzada edad.
Para evitarla, lo más sencillo es evitar los paseos en las horas más frías del día, no dejar a nuestro perro fuera durante la noche, utilizar alguna prenda calentita en los casos en que los perros pasen frío durante los paseos porque los veamos tiritar, etc., evitar que se mantengan húmedos tras mojarse ya sea en un charco, río o tras el baño en casa… Son pautas sencillas que todos podemos tener en cuenta para evitar un mal mayor.
Para reconocer si tu perro está sufriendo de hipotermia, fíjate en los siguientes síntomas y acude al veterinario de inmediato, pues como hemos comentado, podría causar la muerte del animal:
- Temblores.
- Tanto el pelo como la piel se sienten frías al tacto.
- Actitud letárgica o somnolencia y debilidad.
- Temperatura inferior a 35ºC
- Descenso de la frecuencia cardíaca.
- Posible desorientación.
- Encías de tonalidad azulada y pálidas.
- Dificultad respiratoria y de movilidad.
- Desmayo o pérdida de consciencia, coma…
Si ves que tu perro sufre alguno de estos síntomas, lo primero es llamar a tu veterinario de confianza y comentarle la situación, este te dará las pautas a seguir para mejorar la salud del animal.
En cuanto notemos algunos de los síntomas anteriormente mencionados, debemos ponernos manos a la obra para parar el descenso de la temperatura de nuestro compañero, antes de que se convierta en una auténtica emergencia que haga peligrar su vida.
Algunas acciones básicas que están en nuestra mano serían:
Llevar a nuestro peludo a una habitación cálida en el caso de que estuviera en exterior o en otra habitación con temperatura baja.
Envolverlo en una manta previamente calentada un poco con secador de pelo o si fuera posible en una secadora.
Si el animal se encuentra húmedo, secar rápidamente con toallas y a ser posible con secador de pelo a baja temperatura y a una distancia de unos 30 centímetros para evitar quemarle la piel y no generar un cambio drástico de la temperatura.
Mide su temperatura para verificar que está en unos grados no demasiado bajos. En caso de que fuera muy inferior a 35ºC lo mejor es ir al veterinario lo antes posible.
Ofrécele agua que no esté fría.
Si tras 45 minutos aplicando estas medidas el animal aún sigue a baja temperatura, acude inmediatamente a tu veterinario.
Si logras subirle la temperatura, aun así sería bueno llevarle al veterinario para una revisión completa, ya que el frío prolongado al que ha sido expuesto su organismo podría haberle causado algún daño interno, además de hacerle más propenso a padecer hipotermia.
Revisa su cuerpo para verificar que no tiene quemaduras por el frío o heridas.
Como último consejo, mantener el pelo en buen estado mediante cepillados es muy importante, ya que este es el que hace de barrera entre las bajas temperaturas y nuestro compañero de cuatro patas.