Pautas básicas para las sesiones

Sesión con tu mascota

Cuando nos comenzamos a plantear llevar a cabo una sesión fotográfica, las dudas comienzan a darnos vueltas en la cabeza, sobre todo si es la primera vez que nos vamos a poner frente a la cámara. Pero cuando, además, en la sesión participan nuestros compañeros animales, esas dudas se multiplican.

Si nosotros mismos, que somos conscientes de dónde nos estamos metiendo, estamos nerviosos y sin saber muy bien qué esperar, es normal estar preocupados acerca de cómo resultará la experiencia para nuestros compañeros, que no tienen ni idea de qué hacer o esperar.

Es por eso que he querido preparar este artículo resolviendo las dudas más comunes y en el que os doy unos consejos básicos y simples para que la sesión se desarrolle lo mejor posible para todos los implicados.

Como podéis observar en mis fotografías, los reportajes se llevan a cabo en el exterior, ya sea en plena naturaleza o en lugares más céntricos de la ciudad. Esto lo hago así por dos razones: una, que encaja más con mi estilo fotográfico; y dos, que resulta mucho más cómodo para los animales.  No es lo mismo encerrar en un estudio a un perro, gato, etc., que es un lugar desconocido, rodeado de luces de flash, y del que no puede “escapar”, por decirlo de alguna manera; que llevarlo a un paseo y aprovechar su momento de relax y disfrute para captar su esencia.

En las sesiones de mascotas no sólo participan ellas, sino que vosotros, su familia humana, también podéis hacerlo. De este modo se inmortaliza ese vínculo tan especial que os une.  Por eso, he dividido los consejos en dos: los que van dirigidos al humano, y los que van dirigidos al animal.

¿Qué debes tener en cuenta a la hora de la sesión?

Una de las preguntas que más me hacéis cuando contratáis la sesión es “Ana, ¿qué ropa me pongo?” Normalmente pensáis en poneros algo muy elegante, casi de fiesta, un conjunto que no os representa y con el que no os sentís vosotros mismos, pero, como es una sesión, el primer pensamiento es el de salir “arreglados y guapos”. Esto es completamente normal, es lo que en las sesiones de retrato en estudio se suele esperar. Pero no olvidemos que este tipo de sesiones son naturales. Se trata de que os veáis reflejados y sintáis al mirar la imagen que os transporta a vuestra realidad. Os veis a vosotros siendo vosotros. Sin más. Porque es lo bonito de la vida, que es vuestra. Y ese vínculo con vuestro perro, gato, conejo, agapornis… es completamente real y único.

Así que cuando me preguntáis qué os ponéis, mi respuesta es “algo cómodo”. No olvidéis que iremos a pasear al campo, a pasar un buen rato junto con vuestro compañero peludo. ¿Quiere decir esto que no os arregléis? En absoluto, es maravilloso sentirse guapo/a, pues nos da seguridad a la hora de aparecer ante la cámara. Pero tened en cuenta que sea lo suficientemente cómodo como para aguantar el paseo por el campo.

Otra cosa a tener en cuenta a la hora de elegir el vestuario, es optar por colores neutros y preferiblemente prendas lisas, sin estampados estridentes o llamativos, para evitar que se lleven todo el protagonismo.

Uno de los puntos más importantes bajo mi punto de vista, es no llevar nada en los bolsillos. Las llaves, móviles, carteras, etc. es mejor llevarlos en un bolso o mochila que podamos dejar apartada durante la sesión. No nos damos cuenta, pero luego se ve el bolsillo abultado y feo en las imágenes y ahí ya es muy difícil arreglarlo.

El criterio a la hora de elegir los complementos (relojes, pulseras, colgantes, diademas, etc.) debe ser el mismo que el del vestuario. Nada demasiado llamativo que robe la atención de lo importante, que sois vosotros.

En el caso de querer llevar las uñas pintadas, es importante verificar que la manicura está bien hecha, es decir, que no llevamos de cinco uñas sólo dos pintadas.  En ese caso, es preferible que se lleven sin pintar.

¿Qué debo tener en cuenta en cuanto a mi compañero peludo?

Lo primero y más importante es sin duda tener paciencia. Son animales. Llevan un ritmo totalmente diferente al nuestro y eso hay que respetarlo siempre. Jamás se le obligará a hacer algo que no quiera. Por lo que no tengáis en mente una imagen de lo que queréis obtener, simplemente disfrutad de la experiencia, pues vuestro animal es único y especial, y siempre saldrá precioso, tanto si posa como en esa fotografía que queríais conseguir como si sale simplemente jugando con la pelota. Dejad las expectativas en casa y sed vosotros mismos, dejándole a él ser como es. Pues cuando ya no esté, querréis recordar su esencia, no una pose.

Suelo recomendar haberle dado un paseo previo a la sesión para que ya esté relajado y cansarlo un poquito si es un animal muy activo.

En cuanto a los collares y correas, recomiendo no usar arnés en las sesiones, puesto que luego son muy complicados de quitar en la edición, e incluso en algunos casos prácticamente imposible. Siempre es mejor usar un collar y correas lo más finos posible y de colores neutros o de los tonos del pelaje.  En el caso de mis perros, por ejemplo, suelo hacerles las fotografías sin collar, completamente sueltos, porque obedecen bastante bien a la llamada y al comando “quieto”, pero no siempre es esto posible, depende mucho del perro y de los estímulos externos que haya en ese momento, por lo que, para salvaguardar la integridad del perro y evitar ponerle en situaciones de peligro, siempre suelo hacer las sesiones con el animal atado, a menos que su humano elija soltarlo siempre bajo su expresa responsabilidad.

Otro punto a tener en cuenta sería llevar algunas chuches o su juguete favorito para poder mantener su atención. Si el juguete hace ruido, mejor.

Estos serían los consejos básicos más importantes para tener en cuenta a la hora de realizar la sesión de mascotas. Si tenéis alguna duda, estaré encantada de resolverla, escribidme al email y hablamos.

Recordad, lo más importante de todo es disfrutar. Sois sólo vosotros, lo demás no importa.